
Un año y otro año pasaran; el tiempo y tu sonrisa se alejaran del recuerdo.
Yo seguiré sonando mientras pasa la vida y quizás poco a poco dejare de hacer versos de la rutina diaria, de las desilusiones y los aburrimientos.
Tú que nunca sonaste más que cosas posibles, dejaras de mirarte poco a poto en el espejo.
Quizá nos veremos algún día casualmente al cruzar la calle
Nos saludaremos? Tal vez yo pensare: “Aun lo amo”,
Tu dirás: “Sigue siendo la misma”.
Tu iras solo o con otra, yo iré sola o con otro, iras con un niño que debió ser nuestro.
Y seguirá muriendo la vida año tras año… igual.
Algún amigo me dirá que te ha visto, o una canción me traerá tu recuerdo.
Y en las noches tristes; por un instante pensare en ti… pero cada vez menos…
Yo ya te habré olvidado definitivamente y sobre mis rodillas retozaran mis nietos.
Y quizás para ese entonces al cruzar una calle nos veamos frente a frente ya sin reconocernos.
Y un día de sol me cubrirán de tierra, con las manos para siempre cruzadas en el pecho.
Tú con los ojos tristes y cabellos blancos te pasaras las horas bostezando y leyendo.
Y cada primavera renacerán las rosas aunque ya tú estés viejo y yo me haya muerto.
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